Hoy no buscamos calma. Buscamos origen.
Esta meditación revela. Revela el amor como principio creador.
Como estructura invisible. Como sabiduría que no se rompe.
El número 5 nos habla de movimiento, sí. Pero también de revelación. De lo que cambia para mostrar lo eterno.
Aquí no hay exigencia. No hay espera. Solo presencia.
Una presencia que dice: “No tienes que volver. Nunca te fuiste.”
Me di todo, porque ya no quiero darme a medias.