Artículo de la profesora Delia Steinberg Guzmán publicado en la Revista Nueva Acrópolis, en España, en febrero de 1998.
"Esta carta va dirigida a un joven cuyo nombre desconozco, una de esas personas con las que nos cruzamos en la calle, o mientras esperamos para pagar en la caja de una tienda. Un joven que es la síntesis y símbolo de muchos otros que viven parecidas circunstancias.
Fue imposible dejar de escuchar mientras le decía a un amigo: “Tengo mucho que estudiar; no podré salir este fin de semana… Aunque, claro, no estudio lo que hubiera querido, porque no obtuve suficientes puntos para hacer esa carrera… En fin, me conformaré con lo que tengo…”