Extracto de una conferencia dictada el 5 de junio de 1982 en la sede de Nueva Acrópolis, Atenas, Grecia.
"Hoy, son muy pocos los hombres y mujeres que tienen un interés humanista como para poder abarcar varios temas, lo cual nos hace alejarnos los unos de los otros. Así nos va viniendo un cierto frío dentro del corazón, nos invade una sensación de soledad. Anteriormente, la filosofía era la tendencia hacia el conocimiento, hacia lo verdadero; de ahí que todo hombre y toda mujer sean naturalmente filósofos. Cuando un niño le pregunta a sus padres: «¿qué es la Luna?, ¿por qué el abuelo tiene el pelo blanco?, ¿por qué los peces no se ahogan?», ese niño está en una actitud filosófica. Naturalmente, la cultura que recibimos luego va cubriendo a ese niño interior, lo va aplastando; de ahí que Nueva Acrópolis, más que dar algo nuevo, es una especie de técnica para despertar al Hombre interior en cada uno de nosotros, partiendo del concepto de individuo..."