Luis Oliva llegó a Montreal cuando tenía apenas 7 años. Venía de Guatemala, de una historia familiar marcada por la persecución política, el exilio y las despedidas forzadas. Como muchos niños migrantes, no entendía del todo por qué su vida estaba cambiando, pero sí sentía el peso de dejar atrás a su familia, su idioma y su mundo.En Montreal descubrió un país frío, distinto, lleno de códigos nuevos… pero también descubrió el cine. Una sala oscura, una pantalla gigante, personajes con vidas posibles e imposibles. Ahí, viendo E.T., Superman o Los Goonies, nació algo que nunca más pudo ignorar: el deseo de actuar.Con los años, Luis se enfrentó al choque cultural, al aprendizaje del francés, a sentirse “muy latino para unos” y “muy canadiense para otros”. Dudas, búsqueda de identidad, equivocaciones… incluso lo echaron de la escuela de teatro. Pero la vida da giros inesperados: poco después consiguió su primer papel importante en la serie TAG, abriéndose camino en la industria quebequense y representando personajes latinos con autenticidad.Hoy es actor, creador y una voz que conecta el arte con temas profundos, como la identidad, la migración y la realidad de los trabajadores guatemaltecos que llegan cada año a Canadá. En esta conversación, Luis abre su historia sin filtros: habla de su niñez, sus heridas, sus logros y de cómo el arte se convirtió en su forma de entender el mundo.Una entrevista honesta, emotiva y poderosa sobre crecer entre dos culturas, reconstruirse lejos de casa y encontrar un lugar en un país que al principio parecía no tener espacio para él.