Aprende de Dios, de Su Palabra y también de las personas que te rodean. Aprende a reconocer los pozos que debes evitar para no caer en ellos. La experiencia es una maestra que nos guía en el presente y nos ayuda a no repetir los errores del pasado. La vida nos enseña a través de nuevos desafíos, incluso antes de resolver los anteriores. Por eso, tener un espíritu enseñable es clave para avanzar. Nunca dejes de aprender; el lector de hoy será el líder del mañana. Recuerda el consejo de Dios: ocúpate en la lectura.