Barranquilla está de fiesta y el corazón late más fuerte que nunca. La ciudad se viste de alegría con la llegada de Shakira, la hija de la arenosa que vuelve a casa para hacer vibrar a su gente con su música y su energía inigualable. Las calles se llenan de sonrisas, colores y orgullo. Porque si algo sabe el barranquillero es celebrar. Y como si fuera poco, Junior está imparable: invicto en el torneo colombiano, demostrando garra, pasión y ese amor por la camiseta que une a toda la ciudad. Son días para gritar de emoción, para cantar a todo pulmón y para recordar que Barranquilla es alegría, talento y corazón. ¡Porque aquí la fiesta nunca para y el orgullo se siente en cada rincón!