En su libro Meditaciones, Marco Aurelio revela la naturaleza profundamente personal y ética de sus escritos. Se subraya que el emperador estoico vivió su filosofía, tal como lo atestigua Herodiano, demostrando una coherencia entre conducta y reflexión que contrasta con otras figuras políticas filosóficas de Roma. La introducción también detalla la formación de Marco Aurelio, destacando la influencia de figuras como Rústico, que lo inclinó hacia la filosofía en lugar de la retórica, y su padre adoptivo, Antonino Pío, quien fue un modelo de gobernante equitativo y sencillo; además, se discuten temas estoicos centrales en las Meditaciones, como la fugacidad de la vida, la importancia de la justicia y la razón, y la necesidad de aceptar el destino con ecuanimidad. Finalmente, se aborda la singularidad del texto en su estilo conciso y austero, y su propósito como un fármaco personal para la guía interior, más que un diario o un tratado filosófico original.