¡Bienvenidos hermanos!
Las laudes de este miércoles de ceniza son el escenario perfecto para reunirnos nuevamente en el Señor y recorrer otra Cuaresma. Escuchamos nuevamente, pero como nunca, el llamado que nos hace Jesús a seguirle, a confiar en Él, en su misericordia.
Y ¿de qué conversión hablamos? La conversión de corazón, de vida, de acciones...
Podemos responder, porque ya dio el Señor el primer paso.