Suba hasta el trono del Señor nuestra oración y que el día que empieza esté lleno de oportunidades de amar y secundar la voluntad de Dios, que obra con Sabiduría sobre cada corazón de buena voluntad.
Alberguemos en nuestras almas esa Sabiduría del cielo y dispongámonos y escuchemos los proverbios de Salomón, hijo de David, Rey de Israel.