La historia de Absalón, el hijo de David, nos recuerda que el verdadero enemigo no siempre está afuera… muchas veces habita en el corazón.
Orgullo, resentimiento, heridas no sanadas, todo aquello que no entregamos a Dios puede convertirse en la soga que nos detiene y en la raíz que nos separa de Su propósito.
En este servicio, el Pastor Miguel Caballero te invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar el corazón antes de que la herida se convierta en rebelión.
Porque el corazón que no se rinde ante Dios termina buscando tronos que no le pertenecen.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.”— Proverbios 4:23 (RVR1960)