La Biblia nos promete que por las heridas de Jesús somos sanados (1 Pedro 2:24, pero al mismo tiempo vemos que, en esta era presente mala, los cristianos se enferman y no siempre reciben sanidad física. ¿Cómo debemos ver el tema sanidad? Es probable que todos hayamos orado por alguien con una dolencia física y lo hayamos visto recuperarse milagrosamente, o que finalmente sucumbió a su enfermedad. ¿Es una mera cuestión de azar? ¿Importan nuestras oraciones? ¿Cómo podemos mantenernos firmes en la promesa de Dios de sanarnos, cuando parece que las personas se enferman y se recuperan al azar? La CIG te invita a que escuches el mensaje titulado “DIOS NOS SANA COMPLETAMENTE”. En él tratamos de contentar, de forma expositiva, a esas importantes preguntas a la luz de la Palabra de Dios, iluminada por el Espíritu Santo. ¡Qué andemos todos bajo la bendición de Dios y te aproveche!