Al principio la iglesia judeocristiana en Jerusalén, y la influencia que irradiaba, mantuvo casi una oposición en contra de las iglesias gentiles que Dios estaba levantando por medio del apóstol Pablo. A consecuencia de una gran necesidad que sobrevino a los hermanos de la iglesia madre en Jerusalén, Pablo instruye a los hermanos gentiles a que hagan algo revolucionario: que apoyen a una comunidad que no solo no es parte de su linaje, sino a una comunidad que no está tan segura de quererlos como parte de los suyos. ¿Por qué Pablo motivó a los hermanos gentiles a hacer eso, y que tenía que ver con la riqueza espiritual que ellos habían recibido en Cristo? La CIG te invita a que escuches el mensaje titulado, “LA CONCLUSIÓN DE PABLO”, en él se trata de contestar a esas preguntas y lo que significa para nosotros. ¡Bendiciones y que te aproveche!