Jesucristo, siendo Dios y hombre, vino para vaciarse de sí mismo en la cruz, para que nosotros pudiésemos ser llenos de Él, como el acto de amor más grande que jamás se haya llevado a cabo. Pero para ser llenos de Dios tenemos que vaciarnos antes de nosotros mismos. ¿Cómo llevó y está llevando Dios eso a cabo? ¿Qué tenemos que estar haciendo nosotros para que seamos llenos de la presencia de Dios, que es el plan de Él para nosotros? La CIG te invita a que escuches el mensaje titulado “LAS GRANDES MENTES PIENSAN IGUAL”, en el que, de forma expositiva, tratamos de contestar a esas importantes preguntas a la luz de la Palabra de Dios, iluminada por el Espíritu Santo. ¡Bendiciones
y que te aproveche!