La calidad de tu vida depende en gran medida de la calidad de tu mente. Por desgracia, dedicamos poco tiempo a mejorar la calidad de nuestros pensamientos, y no es algo que se enseñe en el colegio. En consecuencia, pasamos la vida sin entender realmente cómo usar nuestra mente. La mayoría de las personas son incapaces de dirigir su poder mental hacia los objetivos que ansían de verdad. Se distraen y se frustran. Son incapaces de vencer la tentación y de perseverar ante la adversidad. Finalmente abandonan. Por suerte, la mentalidad se puede entrenar. Aquí aprenderás a pensar con claridad, a actuar con determinación y a resistir con disciplina. Cualquier cambio externo requiere primero un cambio interno.