Axel monopolizó la atención de las mesas de dinero esta semana. Obligó a intensos “conference calls” con Nueva York y Londres. El vencimiento del bono bonaerense fue usado como mascarón de proa de la reestructuración de la deuda argentina. Así lo leyeron en el mercado. “Nadie cree que Kicillof se movió solo”, confió un allegado al ministro Guzmán a hombres del mercado. Si bien la primera reacción fue negativa sobre la base de que se había generado un cortocircuito, el tema se fue tranquilizando bajo la lectura de que fue una movida ajedrecística coordinada. Claro que todavía Axel debe conseguir el 75% de adhesión. El resto es humo. Comienza nueva fase del dilema del prisionero hasta el 31-M. QUE OPINA EL PROFE JOSE LUIS ESPERT AL RESPECTO.