Mi padre está tan lejos que a veces creo que lo abrazo y mi abraza.
A los humanos nos mueven los olores; yo conservo celosamente cerrado el ropero de mi pá, ahí está su olor corporal, está su cuera y la cuera de mi abuelo Rómulo, que mi papá guardaba. No sé si alguien guarde mi cuera alguna vez cuando yo ya no esté, por lo pronto ahí están las dos.