Siempre me ha sorprendido como ha avanzado la tecnología, existen por ejemplo muchas aplicaciones que te sirven de guía para conducir o llegar a cualquier lugar. Sin embargo, no funcionan sin que nosotros les "permitamos" mostrar nuestra ubicación. Si no permitimos eso, estas aplicaciones tan novedosas, se vuelven inútiles y obsoletas. Así puede ser nuestra vida espiritual; si no sabemos nuestra ubicación, ni le permitimos a Dios que vea donde estamos hoy, (aunque El lo sabe) será muy difícil que podamos llegar a cualquier lugar.