En la vida enfrentamos momentos decisivos en los que sabemos debemos dar esos pasos de fe e ir hacia adelante, haciendo lo que Dios nos pide, pero inseguridades, nuestro pasado, nuestras heridas y debilidades pueden hacernos sentir incapaces de hacerlo. Pero hoy Dios nos anima a dejar nuestro pasado atrás y obedecer su llamado.