Parecen lo mismo, pero no lo son... Se dice que todos buscamos la felicidad, pero suele confundirse con la alegría. Bueno Jesús siempre lo que está buscando es un "rebusque", por lo de la crisis. La alegría y la felicidad parecen ser iguales, pero sus diferencias son evidentes, aunque peles el diente y creas que eres feliz, tal vez no sea así. Debido a que las dos nos llevan a cuestiones optimistas y positivas, hasta el asqueroso positivismo tóxico, solemos creer que es lo mismo estar alegres que estar felices.
Son dos cosas diferentes, y Santiago que no le terminó de pagar a su terapista, te va a explicar cada una; de esta forma podrás entenderte mejor a ti mismo (Jesús ni sabe que es eso) y reconocer si estás experimentando un estado o una emoción. Seguramente te sorprenderás cuando conozcas las diferencias entre alegría y felicidad.
