Para que venga el Señor debemos predicar el Evangelio, esta es la Gran Señal.
Debemos convertirnos en “Hacedores de Camillas” para poner delante del Señor Jesús a todos los necesitados.
Dios quiere entregarte todo, pero antes necesita sanar tu interior, lo profundo de tu alma y tu corazón.
Las raíces de la insatisfacción del corazón humano son profundas.