Tener una actitud de conquista es vital para la vida en Cristo.
Experimentar el gobierno del Cielo a diario en nuestra vida es fundamental para mantener nuestra fe en un estado saludable.
Sin una fe activa la vida cristiana queda vacía de contenido, llena de rutinas, costumbres obligatorias y sin vida del Espíritu Santo.
Todos los días tenemos todo por ganar nada por perder.