Jet - El gran amor del Señor nunca se acaba,[2]
y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades;
¡muy grande es su fidelidad! Por tanto, digo:
"El Señor es todo lo que tengo.
¡En él esperaré!"
Tet - Bueno es el Señor con quienes en él confían,
con todos los que lo buscan.
(Lam 3:22-25)