En 2022 Citgo reportó una ganancia neta récord de 2.800 millones de dólares, 1.100 millones de dólares se destinaron a pagar deudas y 489 millones en dividendos que también se utilizan para pagar deudas, quedando todavía un importante margen de liquidez. Sin embargo, ni un solo dólar de esas ganancias se destinó a pagar la deuda social, aunque liquidez hay. A raíz del reconocimiento de Juan Guaidó como presidente de Venezuela, la administración de Citgo pasó a manos del interinato, pero éste fue disuelto, Citgo quedó en el limbo y ahora Venezuela no puede disponer de las ganancias que genera para financiar programas de interés nacional. Ante la incapacidad del gobierno y la oposición para ponerse de acuerdo, la sociedad civil está llamada a levantar su voz y gestionar ante la OFAC una licencia que permita destinar un porcentaje de estas ganancias a un Fondo de Pensiones con el fin de pagar la deuda social que se tiene con este sector tan vulnerable del país.