Al forzar la retirada de proveedores estadounidenses y europeos, estos espacios vacíos son ocupados por nuevos proveedores rusos, chinos, iraníes y turcos. Son empresas de otros países también sancionados que han desarrollado estrategias para moverse en un terreno minado, convierten esos vacíos en oportunidades de negocios de alto rendimiento y están generando consecuencias geopolíticas que no previeron los sancionadores.