Rosneft, el gigante petrolero ruso, era un aliado clave del régimen de Maduro. Pertenece en algo más de un 50% al Estado ruso, un 20% a BP y 19% a Catar. Participaba en varias empresas mixtas: Petromonagas, Petroperijá, Petrovictoria, Petromiranda, Boquerón y contaba también con dos concesiones de gas natural en alta mar conocidas como Pataos y Mejillones.