Odiaba tartamudear porque sentía que me arrebataba cumplir mis sueños, siempre se interponía en el colegio, universidad, y en lo laboral. Yo dejaba que mis miedos e inseguridades cumplieran con su fusión, no hacia nada por accionar y enfrentarlos.
Perdí muchas oportunidades por pensar en "el que dirán".
Hoy controlo mis miedos, me subo a diferentes tarimas, levanto mi voz tartamudeando y me apasiona enfrentar mi mayor miedo el público. Hoy no pierdo oportunidades, así me toque salir en cámaras y hablar en público, ya no seré infeliz. Decidí ser feliz enfrentando mis miedos, que cada historia que te cuento sea para que veas la tuya maravillosa y vivas, sonrías, te enamores de ti y de todo lo que te rodea.