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En San Cristóbal, se desarrolló un altercado cuando el Jefe de División de la 3B, Darío Merele, echó a dos vendedores ambulantes muy queridos por los vecinos. Con la intervención del comunero Miguel Ángel Varela pudieron volver a su trabajo.

Miguel Ángel “Negro” Varela conduce un espacio que realiza diversas actividades en la calle Pasco debajo de la Autopista 25 de Mayo, en San Cristóbal. Cerca de allí trabajaban dos vendedores ambulantes, uno que vendía pañuelitos y otra paltas, que estaban hace tanto tiempo que habían desarrollado un vínculo con los vecinos. Sin embargo, en un operativo de la Comisaría Vecinal 3B, a cargo de Darío Merele, fueron echados del lugar. Ante este hecho actuó el comunero y se produjo un altercado entre ambos aunque, finalmente, los comerciantes pudieron regresar a los puestos.

“Dario Mereles empezó a atacar a todos los vendedores ambulantes de la zona. En este reparto de cosas, justicia según él, se mete con dos vendedores muy particulares de acá del barrio, que están hace años en ese lugar, son muy queridos y respetados por los vecinos y además cumplen determinadas funciones sociales. Gente comprometida para cuidar a otros vecinos. Y este fue y los rajó a los dos con el argumento de una ley. A mi me parece que tiene que respetar a la gente que trabaja y que es respetada, eso vale más que cualquier otra cosa”, explicó Miguel Ángel.

Y relató que como el policía “hizo caso omiso” fue a hablar con el Comisario Inspector Adrián Ochoa, quien solo le tomó la declaración. “El pibe vende pañuelitos y la otra chica vende verduras, y está hace cinco o seis años ahí. En frente tiene una verdulería y de ahí la bancan, el gerente del Coto también. Es más, ella ya viene con pedidos que le hace todo el mundo. No le hacen daño a nadie. Después se pudre y a ese que no le dejaremos vender agarra un fierro y le decimos que es un ladrón, es un chorro. No, nosotros mismos estamos corriendo a nuestra gente para que tomen esa actitud. Y no es justificable, pero la verdad es que ese muchacho tiene 40 años y no está dentro del mercado laboral existente. Y al oficial cuando le llevé este tema me dijo que él iba a cumplir la ley y punto. No consideró nada de lo que le expliqué”, agregó.

Poco después de este hecho, decidió plantear la problemática en el encuentro de Comisarías Cercanas, donde expresó que la policía de la zona es intolerante con los manteros y que le molestaba que se mostraran fuertes con los débiles. Merele, por su parte, le respondió en el Foro de Seguridad Pública (FOSEP) que se hizo al día siguiente.