El nombre Eclesiastés es una traducción de la palabra hebrea koheleth, que significa “quien convoca una asamblea” o simplemente un predicador En el libro, el autor presenta una serie de preguntas en busca del propósito de la vida. Una de las características más llamativas de Eclesiastés es que el libro tiene referencias claras al ciclo del agua y las condiciones climáticas, un conocimiento que no existía en ese momento.
El Eclesiastés o predicador se pregunta cómo afrontar la vida, ya que nada en ella es seguro excepto la muerte. Es una meditación abierta a nuestra existencia. Reflexiona sobre la fugáz de los placeres, la incertidumbre que rodea al saber humano, la recompensa de los esfuerzos y bienes de los hombres, la breve y terminal de todo lo humano y las injusticias de la vida.
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