Todas pasamos por este tipo de días: el día previo a una despedida, a una partida o un cierre. No es igual el momento en que dices "hasta pronto mi pana" al de la noche anterior, en la que tomas un par de bielas y dedicas algo de tiempo a recordar lo emocionante que fue vivir. el primero es despedirse, y el otro es quizá una forma de dar la bienvenida a la incertidumbre.
La crisis del kobi nos empuja hacia las fronteras, no solo las geográficas, sino también las fronteras de la memoria. Nos invita a traer los recuerdos desde el margen, desde otros días de menos encierro.
Oski Moski se va de Quito, pero se queda en las anécdotas y los recuerdos de los buenos días de la FLAPSON. Una especial dedicatoria a todas y todos quienes fueron compas durante la maestría. A las noches de felicidad y las tardes de reflexión, dentro y fuera de las aulas.
Fuerza compas.
