La ecografía ayuda a mantener un buen control prenatal, contribuye a llevar un embarazo saludable, según sea la etapa en la que se encuentre, su ginecólogo o matrón realizará diversas evaluaciones a fin de constatar el normal desarrollo del bebé y la salud de la madre.
Particularmente entre la semana 22 y la 24 se realiza una ecografía cuyo objetivo es evaluar la formación definitiva de la placenta, detalles anatómicos y genéticos en el bebé y riesgos propios del embarazo que podría presentar la madre.
Esta ecografía se aplica con una técnica llamada doppler, se realiza vía transvaginal y permite mediante una escala de colores, medir el flujo sanguíneo y el funcionamiento del corazón del bebé.