CALÍGULA no era un nombre, era su apodo -y que por cierto le retechocaba-. De niño encantador se convirtió en un dictador sin límites y sin vergüenza que pasaba por encima de todo y de todos. No nos extrañe enterarnos entonces de que le echaron montón y le sacaron el mondongo como el abusador que fue.
Y en esta ocasión nos enmuinamos con tan nefasto personaje y no utilizamos música sino fondos de noticieros. Por su atención, gracias.
Diseño de audio y fondos: EVA ALCÁNTAR.