Relacionarnos con nuestro prójimo es una bendición. Cada relación es única, llena de la oportunidad de bendecir nuestra vida, añadir valor, alegría y felicidad. Sin embargo, cuando las relaciones no son manejadas correctamente, pueden llenar nuestra vida de tristeza, heridas y resentimientos. Empujándonos a la posición donde no quiero nada que ver con relaciones de ningún tipo. Entonces, como manejamos estas heridas, como salimos de esta situación y nos damos la oportunidad de volver a creer en la oportunidad de relacionarnos. Hablemos de eso en el día de hoy.
