A veces es más cómodo decir “sí” a todo con tal de no decidir por uno mismo, pero esto a la larga puede traer más dificultades e incomodidad emocional. Todo ser humano tiene el derecho y la obligación de decir “no” a lo que sea que no desee hacer, así estará siendo congruente y respetuoso consigo mismo; es posible que se haga por miedo al rechazo o por temor a ser abandonado, pero es necesario recordar que el rechazo no significa fracaso, sino que sirve como una brújula que guía por el camino. El miedo al rechazo y al abandono están basados generalmente en expectativas catastróficas de la mente que muchas veces carecen de fundamento. Y de esta manera la persona se va habituando a complacer a los demás sin tomar en cuenta sus deseos y necesidades. Es importante preguntarse por qué: “¿Alguien me dijo que así debía ser? ¿Deseo pertenecer a algún grupo en específico y para lograrlo los complazco en todo? ¿Porque eso me hará mejor persona?”
Relevancia
· Concientizar qué emociones me genera este hábito
· Evitar enojo frustración, ansiedad, angustia y auto recriminarme
· Trabajar y esforzarse duro para cambiarlo
· Evitar deteriorar las relaciones interpersonales
· Aprender a poner límites a los demás sin sentirme culpable
· Basar mis decisiones en el juicio propio
· Pedir ayuda profesional si así lo decido
Contenido Realizado por:
Psic. Zayda Rodríguez. Colaboradoras: Lucía Athie, Adriana Sánchez y Graciela Saavedra.
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