Un Líder se mide por su nivel de influencia, por sus resultados. Para ello, el mismo debe empoderar a su equipo y lo puede hacer en diferentes niveles. El más básico cuando concentras todo el poder de decisión y acción. Hasta el más difícil de alcanzar, cuando delegas todo el poder y tienes confianza plena en las decisiones y acciones de tus seguidores. Sin duda un reto llegar a este nivel, pero completamente posible con trabajo diario.