De Constantino Carvallo, Muchas veces vi a Roberto Challe Jugar en los siguientes dos años. Se convirtió en un gran jugador, un mito popular, y yo en un alumno mediocre y en un adolescente lleno de inseguridades. No destacaba en nada. Me había vuelto tímido y poco sociable de tanto
pensar exclusivamente en el fútbol, o quizás no fuese el fútbol la causa, me lo decían, sino el refugio para una incapacidad ya existente. El fútbol era mi único entusiasmo. No tenia otro interés y ya estaba casi por abandonar el colegio. Challe era el ídolo de todos...