UN SATÍRICO
De Robert Louies Stevenson
Mi amigo gozaba de una reputación barata de hombre ingenioso y perspicaz. Haciendo honor a su fama, era satírico por costumbre. Si ocasionalmente criticaba algo o a alguien que de sobras lo mereciese, se debía simplemente a que nada ni nadie escapaba a sus críticas. Cuando nos reuníamos, despachaba a San Pablo con un epigrama, socavaba mi devoción por Shakespeare con una lacónica antítesis o se indisponía con el mismo Altísimo en razón de uno o dos de sus Mandamientos. Todo era blanco de su devastadora crítica....