El Espíritu Santo necesita un alumno feliz en quien Su misión pueda llevarse a cabo felizmente. Tú que eres tan partidario de la aflicción, debes reconocer en primer lugar que eres infeliz y desdichado. El Espíritu Santo no puede enseñar sin este contraste, pues tú crees que la aflicción es felicidad. Esto te ha confundido tanto, que te has empeñado en aprender a hacer lo que nunca podrás hacer, creyendo que si no aprendes a hacerlo no serás feliz. No te das cuenta de que los cimientos sobre los que se basa este objetivo de aprendizaje tan extraño no tienen ningún sentido. No obstante, puede que aún tengan sentido para ti. Si tienes fe en lo que no es nada, encontrarás el “tesoro” que buscas. Pero habrás agregado una carga más a tu ya sobrecargada mente. https://anamelendez.kartra.com/page/cursodemilagros