1. M谩s all谩 de la d茅bil atracci贸n que la relaci贸n de amor especial ejerce, y empa帽ada siempre por ella, se encuentra la poderosa atracci贸n que el Padre ejerce sobre Su Hijo. Ning煤n otro amor puede satisfacerte porque no hay ning煤n otro amor. 脡se es el 煤nico amor que se da plenamente y que es plenamente correspondido. Puesto que goza de plenitud, no pide nada. Puesto que es totalmente puro, todos los que se unen a 茅l lo tienen todo. Esto no es as铆 en ninguna relaci贸n que el ego entabla. Pues toda relaci贸n que el ego entabla es siempre especial.
2. El ego entabla relaciones con el solo prop贸sito de obtener algo. Y mantiene al dador aferrado a 茅l mediante la culpa. Al ego le es imposible entablar ninguna relaci贸n sin ira, pues cree que la ira le gana amigos. No es eso lo que afirma, aunque 茅se es su prop贸sito. Pues el ego cree realmente que puede obtener algo y conservarlo haciendo que otros se sientan culpables. 脡sta es la 煤nica atracci贸n que ejerce, pero es una atracci贸n tan d茅bil que no podr铆a subsistir si no fuese porque nadie se percata de ello. Pues el ego siempre parece atraer mediante el amor, pero no ejerce atracci贸n alguna sobre aquellos que perciben que atrae mediante la culpabilidad.
