1. El instante santo no es m谩s que un caso especial, un ejemplo extremo, de lo que toda situaci贸n est谩 destinada a ser.
El significado que el prop贸sito del Esp铆ritu Santo le ha dado al instante santo, se le da tambi茅n a toda situaci贸n. El instante santo suscita la misma suspensi贸n de falta de fe鈥攓ue se rechaza y no se utiliza鈥攑ara que la fe pueda responder a la llamada de la verdad. El instante santo es el ejemplo supremo, la demostraci贸n clara e inequ铆voca del significado de toda relaci贸n y de toda situaci贸n cuando se ven como un todo. La fe ha aceptado todos los aspectos de la situaci贸n, y la falta de fe no ha impuesto el que nada se vea excluido de ella. Es una situaci贸n de perfecta paz, debido simplemente a que la has dejado ser lo que es.
2. Esta simple cortes铆a es todo lo que el Esp铆ritu Santo te pide:
que dejes que la verdad sea lo que es. No intervengas, no la ataques y no interrumpas su llegada. Deja que envuelva cada situaci贸n y que te brinde paz.
Ni siquiera se te pide que tengas fe, pues la verdad no pide nada. D茅jala entrar, y ella invocar谩 la fe que necesitas para gozar de paz y se asegurar谩 de que dispongas de ella. Pero no te alces contra ella, pues no puede hacer acto de presencia si te opones a ella.
