1. En este mundo, el Hijo de Dios se acerca al m谩ximo a s铆 mismo en una relaci贸n santa. Ah铆 comienza a encontrar la confianza que su Padre tiene en 茅l. Y ah铆 encuentra su funci贸n de restituir las Leyes de su Padre a lo que no est谩 operando bajo ellas y de encontrar lo que se hab铆a perdido. S贸lo en el tiempo se puede perder algo, pero nunca para siempre. As铆 pues, las partes separadas del Hijo de Dios se unen gradualmente en el tiempo, y con cada uni贸n el final de 茅ste se aproxima a煤n m谩s. Cada milagro de uni贸n es un poderoso heraldo de la eternidad. Nadie que tenga un solo prop贸sito, unificado y firme, puede sentir miedo. Nadie que comparta con 茅l ese mismo prop贸sito podr铆a dejar de ser uno con 茅l.