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✅ Capituló 7 IX.

La extensión del Reino

➡️ Sólo tú puedes limitar tu poder creador, aunque la Voluntad de Dios es liberarlo. No es Su Voluntad que te prives a ti mismo de tus creaciones, de la misma manera en que tampoco es Su Voluntad privarse a Sí Mismo de las Suyas. ¡No prives a la Filiación de tus regalos o te privarás a ti mismo de Dios! El egoísmo es cosa del ego, pero la plenitud del Ser pertenece al ámbito del Espíritu porque así es como Dios lo creó.
✅ El Espíritu Santo mora en la parte de la mente que yace entre el ego y el Espíritu, mediando entre ellos siempre en favor del Espíritu. Para el ego eso es ser parcial y, así, reacciona como si algo estuviera contra él. Para el Espíritu eso es la verdad porque el Espíritu conoce Su propia llenura y no puede concebir que haya alguna parte de la que esté excluido.
➡️ El Espíritu sabe que la conciencia de todos sus hermanos está incluida en Su propia Conciencia, tal como está incluida en Dios. El poder de toda la Filiación y de su Creador es, por lo tanto, la propia llenura del Espíritu, que hace que Sus creaciones sean igualmente plenas e igualmente perfectas. El ego no puede prevalecer contra una totalidad que incluye a Dios, y toda totalidad tiene que incluir a Dios.Dios le da todo Su Poder a todo lo que creó porque forma parte de Él y comparte Su Ser con Él. Crear es lo opuesto a perder, tal como la bendición es lo opuesto al sacrificio. El Ser tiene que ser extendido. Así es como conserva el conocimiento de sí mismo. El Espíritu anhela compartir Su Ser tal como Su Creador lo compartió. Puesto que el Espíritu fue creado como resultado de un acto de compartir, Su voluntad es crear. No desea limitar a Dios, sino que Su voluntad es extender el Ser de Dios.