Capituló 9
➡️VII. Las dos
evaluaciones
✳️ La Voluntad de Dios es que tú encuentres la salvación. ¿Cómo, entonces, no te iba a haber proporcionado los medios para encontrarla? Si Su Voluntad es que te salves, tiene que haber dispuesto que alcanzar la salvación fuese posible y fácil. ➡️Tienes hermanos por todas partes. No tienes que buscar la salvación en parajes remotos. ✳️Cada minuto y cada segundo te brinda una oportunidad más para salvarte. No dejes pasar esas oportunidades, no porque no vayan a repetirse, sino porque demorar la dicha es innecesario. ➡️La Voluntad de Dios es que seas completamente feliz ahora. ¿Cómo podría ser que ésa no fuera también tu voluntad? ¿Y sería posible asimismo que ésa no fuera también la voluntad de tus hermanos?
➡️Ten presente, pues, que sólo en esa voluntad conjunta y sólo en ella, os encontráis unidos. Podrá haber desacuerdo en todo lo demás, pero no en esto. Ahí, pues, es donde mora la paz. Y tú moras en paz cuando así lo decides.
✳️Pero no puedes morar en paz a menos que aceptes la Expiación porque la Expiación es el camino que conduce a la paz. La razón es muy simple, y tan obvia que a menudo se pasa por alto. El ego le
tiene miedo a lo obvio porque lo obvio es la característica esencial de la realidad. No obstante, tú no puedes pasarla por alto a menos que no estés mirando.
➡️Es perfectamente obvio que si el Espíritu Santo contempla con amor todo lo que percibe, también te contempla a ti con amor. La evaluación que hace de ti se basa en Su conocimiento de lo que eres y es, por lo tanto, una evaluación correcta. Y esta evaluación tiene que estar en tu mente porque Él lo está. El ego está también en tu mente porque aceptaste que estuviese ahí. La evaluación que él hace de ti, no obstante, es exactamente la opuesta a la del Espíritu Santo, pues el ego no te ama. No es consciente de lo que eres, y debido a que sus percepciones son tan variables desconfía totalmente de todo lo que percibe. El ego, por lo tanto, es capaz de ser desconfiado en el mejor de los casos, y cruel en el peor. Ésa es la gama de sus posibilidades. No puede excederla debido a su incertidumbre. Y no puede ir más allá de ella porque nunca puede estar seguro de nada.