Listen

Description

Salmos 124 (La Palabra)
Si el Señor no hubiese estado con nosotros, —Israel es testigo—,
si el Señor no hubiese estado con nosotros cuando los demás nos atacaban,
nos habrían devorado vivos al estallar su ira contra nosotros;
nos habrían anegado las aguas, una riada nos habría cubierto,
nos habrían cubierto las impetuosas aguas.
¡Bendito sea el Señor que nos liberó de sus fauces!
Escapamos como el pájaro de la trampa que le tienden:
se rompió la trampa y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
PENSAR: Este es otro de los “salmos de ascenso”, llamados así porque se usaban durante el viaje a Jerusalén, que en la topografía de Canaán tiene más altitud que el resto del territorio. Los israelitas habían de hacer viajes a Jerusalén para celebrar la pascua, el pentecostés y la fiesta de los tabernáculos. Estas grandes convocatorias hacían que mucha gente viajara a Jerusalén, en un viaje a pie que podía durar varios días. Lo hacían grupos familiares y de vecinos del pueblo que a la puesta del sol acampaban para pasar la noche. Antes de dormir hacían una fogata para cenar y para cantar. Cantaban los salmos de ascenso.
El salmo 124 nos presenta la autopercepción del pueblo peregrino de Dios, que en su rumbo a Jerusalén para adorar a Dios, celebra la liberación. Se concibe a sí mismo como la presa que escapó de una trampa. Esto es muy importante. El pueblo de Dios no piensa de sí mismo como un pueblo de cazadores, como un pueblo de los que saben poner trampas a los demás. No son un pueblo de depredadores, carnívoros que buscan astutamente cómo cazar o pescar al otro, sino que más bien se conciben a sí mismos como esa ave que estuvo atrapada, y que, por la gracia de Dios, la trampa se rompió y pudieron volar en libertad.
Esa es la experiencia del pueblo de Dios, que sabe lo que es estar atrapado, y que, por la gracia de Dios, esa trampa se ha roto; Dios la ha roto, y ha podido escapar a la libertad. La cosmovisión de quien se concibe a sí mismo como un tramposo es una cosmovisión terrible. Su principal preocupación es ver cómo sacar provecho de los demás; es un cazador o cazadora que piensa que los demás son presas. Todos sus esfuerzos se concentran en ser más astuto que el otro; su educación consiste en ver cómo aprovecharse de los demás. En cambio, la autocomprensión del pueblo de Dios, del pueblo que tiene fe en Dios, celebra la liberación de la gracia de Dios. Esta es nuestra historia. Estábamos atrapados, pero el Señor rompió esa trampa y nos dio libertad.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo los cielos y la tierra. Amén. No somos un pueblo de tramposos, sino que afortunados que han salido libres de las trampas de los demás, no por nuestras grandes habilidades para escapar, sino por la gracia de Dios.

ORAR: Señor, ayuda a tantas personas que hoy mismo están atrapadas en las trampas del engaño. Rompe sus cadenas, por el poder de la cruz de Cristo. Amén.
IR: En el conflicto entre el victimario y la víctima, Dios libera a la víctima y transforma al victimario.