Listen

Description

Marcos 14:12-16 (La Palabra)
El primer día de los Panes sin levadura, cuando se sacrificaba el cordero de Pascua, los discípulos le preguntaron a Jesús: — ¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua? Jesús envió a dos de sus discípulos diciéndoles: — Vayan a la ciudad y encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo y, allí donde entre, díganle al dueño de la casa: “El Maestro dice: ¿Cuál es la estancia donde voy a comer la Pascua con mis discípulos?”. Él les mostrará en el piso de arriba una sala amplia, ya dispuesta y arreglada. Prepárenlo todo allí para nosotros. Los discípulos salieron y fueron a la ciudad, donde encontraron todo como Jesús les había dicho. Y prepararon la cena de Pascua.

PENSAR: En su pobreza, el Señor es dueño de todo, y así instruye a sus discípulos a sentir que –en cierta forma—todo les pertenece, a pesar de no tener nada. Los discípulos le preguntan “¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?” Ellos se creen capaces de conseguir cualquier lugar que el Señor diga. Han desarrollado una actitud valiente (a pesar de ser humildes galileos), debido a su contacto con el Señor Jesús. “Tú mandas, Señor. Donde tú digas, ahí lo haremos. Si quieres, vamos al palacio del sumo sacerdote, que con toda justicia te corresponde. Si quieres, vamos a la residencia real, porque tú eres Rey de reyes. Si prefieres, vamos al templo, que es la casa de tu Padre. Ahí también eres dueño y Señor de todo”.
El Señor Jesús es dueño de todo. El mundo y todos sus habitantes son del Señor. Nuestra casa, nuestras habitaciones, todo lo que tenemos en las alacenas y refrigeradores. Todo es del Señor. Si él quiere cenar en nuestra casa, lo puede hacer. Por eso el hombre del cántaro y el dueño de la casa acceden a poner a disposición de Jesús todo lo que tienen, porque todo es suyo.
Pero el Señor prefiere un lugar modesto, sencillo, amplio, funcional, y prestado. Que sea una casa de familia. Que sea un lugar donde podemos estar juntos, para celebrar la Pascua como una familia. La Pascua es un asunto de familia, que debe celebrarse en la intimidad de las relaciones domésticas más cotidianas. No es para celebrarse en un grupo de perfectos extraños, sino en el contexto de relaciones profundas de cercanía espiritual.
El Señor Jesús tenía por costumbre enviar a sus discípulos de dos en dos para cumplir con sus encargos y misiones. En esta ocasión, la tarea incluía conseguir el lugar para celebrar la Pascua, y además, preparar la cena. Debían conseguir el cordero asado y las hierbas amargas. Además, el pan sin levadura y, para acompañar todo, el vino que hace que la cena sea especial.
Dos discípulos que tuvieron que meterse a la cocina, a preparar una cena por encargo de Cristo. Esa misión representa la disposición pastoral a servir y proveer. Cocinar y servir, preparar y atender a los comensales, son todas tareas del verdadero corazón pastoral que deben tener todos los discípulos del Maestro Jesús.

ORAR: Gracias, Cristo, por tu ejemplo de servicio y cuidado. Ayúdanos a atendernos así. Amén.

IR: El pueblo de Dios no debe nunca dejar de asombrarse por la maravillosa gracia de Dios.