Listen

Description

Salmos 62:10-12 (Dios Habla Hoy)
No confíen en la violencia; ¡no se endiosen con el pillaje!
Si llegan a ser ricos, no pongan su confianza en el dinero.
Más de una vez he escuchado esto que Dios ha dicho: que el poder y el amor le pertenecen, y que él recompensa a cada uno conforme a lo que haya hecho.
PENSAR: El tema del salmo 62 es el objeto de nuestra confianza. Ya hemos leído que afirma que sólo en Dios está el descanso auténtico, sólo hallamos paz verdadera en Dios. Dios es nuestro refugio, nuestra esperanza, nuestra roca, nuestra salvación y nuestra fortaleza. Pero en la porción que leemos hoy aparecen estas otras fuentes que se anuncian como si pudieran inspirarnos confianza: la violencia, el robo, y la riqueza material.
Pudiéramos imaginarnos el “mercado de la confianza”, donde están los distintos postores, competidores por la confianza humana. Cada uno montando una campaña publicitaria muy astuta para engañar al corazón. Cada día, al escuchar las propuestas de estos engañadores, tenemos que tomar la decisión de poner nuestra confianza sólo en Dios.
Todos quisiéramos decir que siempre confiamos en lo bueno, en la esperanza, en la risa, en la fe, en el amor, en Dios. Pero secretamente tal vez estamos confiando en otras cosas que nos llaman porque nos ofrecen una cierta “garantía concreta” de resultado. Las palabras del salmista, la advertencia de no confiar en la violencia ni en la riqueza no son sólo un mandamiento, sino que reflejan una realidad. Son como un retrato del corazón humano. Son un espejo para mirarnos y darnos cuenta con toda honestidad, que no hemos puesto nuestra confianza sólo en Dios.
Quisiéramos poder decir que, al cien por ciento, hemos dejado de confiar en la violencia, sin embargo, seguimos creyendo que necesitamos guardias, policías y soldados que nos garanticen la seguridad. Seguimos utilizando agresiones verbales, críticas duras, comentarios amargos hacia los demás, palabras que desgarran y envenenan, como si pudiéramos ganarnos la seguridad por medio de nuestra violencia psicológica contra todos los demás.
Quisiéramos poder decir que no nos aferramos demasiado a las promesas de las riquezas, y queremos ignorar que en el sistema económico en que vivimos, toda riqueza implica algún tipo de pillaje, y todo beneficio conlleva algún tipo de daño hacia alguien. ¿Es verdad que no confiamos en el dinero? ¿Cuántas veces valoramos nuestro propio bienestar antes que el de los demás?
La función del salmo no es avergonzarnos sino guiarnos. Hay que tomar una decisión. Tenemos que reconocer nuestro error, y aprender a confiar en el poder y el amor fiel de Dios. Cada día, cada momento, Dios nos llama a elegir esta clase de confianza. Se trata de dejar de confiar en la violencia y en la riqueza, y comenzar a confiar en Dios solamente.
ORAR: Dios de amor, gracias por tu fidelidad. Siempre estás con nosotros, aunque cometamos el error de confiar en cosas que en última instancia causan más daño que bien. Acerca nuestro corazón al tuyo y ayúdanos a confiar en tu poder y en tu amor. Amén.
IR: Conozcamos más profundamente nuestro llamado. Es un regalo de Dios para servir a su pueblo y a su mundo. Dios nos conoce y nos llama.