Marcos 12:18-27 (La Palabra)
Después de esto vinieron unos saduceos que, como dicen que no hay resurrección, hicieron a Jesús esta pregunta: — Maestro, Moisés nos dejó escrito que si el hermano de uno muere y deja esposa, pero no hijos, el hermano mayor superviviente deberá casarse con la viuda para dar descendencia al hermano difunto. Pues bien, hubo una vez siete hermanos; el primero de ellos se casó, pero murió sin haber tenido descendencia. Entonces el segundo hermano se casó con la viuda, pero él también murió sin dejar descendencia. Lo mismo pasó con el tercero, y con los siete: ninguno tuvo descendencia de aquella mujer, que fue la última de todos en morir. Así, pues, en la resurrección, cuando todos resuciten, ¿de cuál de ellos será esposa, si los siete estuvieron casados con ella?
Jesús les dijo: — Ustedes están en esto muy equivocados al no conocer las Escrituras ni tener idea del poder de Dios. En la resurrección ya no habrá matrimonios, sino que todos serán como los ángeles que están en los cielos. En cuanto a que los muertos han de resucitar, ¿no han leído en el libro de Moisés, en el pasaje de la zarza, lo que Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Pues bien, él es Dios de vivos y no de muertos. ¡Ustedes están muy equivocados!
PENSAR: Un alumno está frente a un examen de opción múltiple, y no tiene la menor idea de qué se trata. Contesta al azar, obviamente cometiendo errores, al menos el 75% de las veces. Él puede argumentar que ha sido una semana difícil, y que no tuvo tiempo de estudiar. Es una escena trágica, porque sus errores se deben a la ignorancia. Pero es doblemente trágico cuando la ignorancia se presenta en el maestro, la persona que supuestamente debiera saber.
Los saduceos eran familias sacerdotales, que vivían para servir al templo, que estaban cerca de las oraciones, de la sabiduría de la Palabra y del poder de Dios, prácticamente como si fueran los maestros, pero cometían errores graves por su ignorancia. Eran personas que debieran saber.
Su concepción de la realidad era básicamente materialista. Esta sí que es una escena verdaderamente trágica, porque teniendo a Dios tan cerca, son incapaces de ver la realidad. Dios es su tema de vida, es lo que ocupa su trabajo, es su ocupación y su identidad como grupo, pero reprueban el examen por su ignorancia.
Esta vida no lo es todo. Hay una realidad más real que esta. Es la realidad del poder de Dios, a la cual conocemos gracias a las Sagradas Escrituras. El universo no es todo lo que existe, todo lo que ha existido y todo lo que existirá. Las cosas que percibimos por los sentidos son reales, pero no son todo lo que existe.
De una manera muy sobria, directa, franca y breve, Jesús dijo que el matrimonio es sólo para esta creación, y que los patriarcas viven, porque viven en relación con Dios. Toda aquella persona que vive en relación con Dios nunca muere, aunque la vida en esta creación se le termine.
ORAR: Señor, al caminar contigo vamos abandonando los errores que cometemos por ignorancia. Enséñanos las Escrituras para conocer el gran poder de tu amor. Amén.
IR: Cuando Cristo manda como rey, nuestra vida experimenta gozo profundo e inefable.