No aparece un nombre
ESCUCHAR: Nehemías 11:1-2 (La Palabra)
Los jefes del pueblo decidieron establecerse en Jerusalén, mientras el resto del pueblo lo echó a suertes, de manera que uno de cada diez fijara su residencia en Jerusalén, la ciudad santa, y los otros nueve en sus respectivas ciudades. Bendijo el pueblo a todos aquellos que se ofrecieron voluntariamente para residir en Jerusalén.
PENSAR: El capítulo 11 de Nehemías es una lista larga de nombres de los pobladores de Jerusalén y villas aledañas. Pero nos llama mucho la atención que no aparece el nombre de Nehemías, ni de su familia. Él regresó a su trabajo como copero del rey en Persia. No tenía la intención ni el permiso de quedarse a vivir permanentemente en Judea. Como líder, hizo su trabajo de manera que él no fuera indispensable para la supervivencia del pueblo.
El liderazgo cristiano no debe concentrar su atención sólo en sí mismo ni en su familia. Es muy común en el pueblo evangélico ver a la persona que pastorea y a su familia como el núcleo de la iglesia. Permanecen ahí generación tras generación concentrando la vida y ministerio de la iglesia. Demuestran mucho compromiso, sí, pero hacen que familia pastoral e iglesia sean sinónimos.
Pero en este capítulo, donde están los nombres de los repobladores de Jerusalén, no aparece el nombre de Nehemías ni de sus familiares. El buen liderazgo procura mayor participación del pueblo en la vida y ministerio de la iglesia.
Nehemías pensaba tanto en el corto como en el largo plazo. No se trata sólo de organizar un evento aislado, un congreso grande, una fiesta de tabernáculos en Jerusalén, ni de ocupar la región temporalmente, como un campamento de verano. Se están estableciendo pensando en el largo plazo. Hay que tomar en cuenta el largo plazo en nuestra visión. Las iglesias deben pensar en cómo mantenerse mucho más allá de la duración de la vida de la persona que pastorea. El pastor no debe ser indispensable.
El día de mañana, los nombres del liderazgo y la membresía de la iglesia deberán ser otros. Por eso es importante que las iglesias locales se vinculen con redes, asociaciones y organizaciones denominacionales, para dar estabilidad a la obra en el largo plazo, porque las personas que hacen la labor pastoral no duran para siempre.
Hermano, hermana, ¿estamos haciéndonos indispensables para el funcionamiento de la iglesia? ¿O estamos preparando a la iglesia para sobrevivir nuestra inminente partida?
ORAR: Señor, bendice a tu pueblo para que permanezca a través de tiempos cambiantes y nuevos desafíos. Levanta más líderes, siervos y siervas de tu reino para tu gloria. Amén.
IR: Nuestra manera de vivir debe testificar del gran amor de Dios por su mundo.