Salmos 136:1, 23-26 (La Palabra)
Alaben al Señor por su bondad, porque es eterno su amor. …
Estando abatidos se acordó de nosotros, porque es eterno su amor;
nos libró de nuestros enemigos, porque es eterno su amor.
El Señor da sustento a toda criatura, porque es eterno su amor.
¡Alaben al Dios del cielo porque es eterno su amor!
PENSAR: ¿Qué diferencia hay entre el salmo 136, con sus interminables repeticiones, y los cantos contemporáneos que repiten las mismas palabras una y otra vez? Para empezar, tendríamos que señalar que, dentro de toda la colección de salmos, no hay muchos que sean repetitivos (más bien, los repetitivos son la excepción), mientras en las colecciones de cantos contemporáneos parece que la excepción es que no sean repetitivos.
Además, lo más importante es el contenido de la repetición de la frase del salmo 136. Mientras que los cantos contemporáneos repiten una y otra vez que Dios es grande, o que nuestro amor por Dios es grande, el salmo repite veintiséis veces que el amor del Señor es lo que nunca termina.
El efecto del salmo 136 es darnos una probadita de lo que significa la eternidad del amor de Dios. La repetición inacabable nos da la impresión de algo que es duradero, y que nunca pasará. Así es el amor del Señor. No se trata de darle ese efecto a nuestro amor por Dios, sino al revés. Lo eterno es el amor de Dios por su mundo, y no nuestra alabanza por su grandeza o nuestras demostraciones de amor.
El tipo de amor que se menciona en el salmo normalmente se traduce con la palabra “misericordia” en casi todas las otras versiones en español. Es un amor comprometido. No es sólo sentimientos cálidos, ni tampoco sólo afecto, por más entrañable que éste pueda ser. La misericordia es un amor que actúa, que tiene manos para trabajar concretamente a favor del ser amado y no solamente lengua para decir palabras bonitas.
La misericordia de Dios se puede observar en dos ámbitos que se mencionan en el salmo. Uno es el ámbito de la naturaleza, y el otro es el de la historia. El sustento de todo ser vivo, sea por fotosíntesis, por cacería o por cualquier otro medio de obtención fisiológica de la energía, es don del eterno amor de Dios. Por su misericordia el mundo es cosmos y no caos. Por su amor eterno sale el sol cada mañana, y se ponen en funcionamiento todas las redes tróficas que sustentan la vida.
Además, el Dios que sustenta al mundo natural tiene un proyecto en la historia, en el mundo de las historias humanas. Quiere bendecir a toda la humanidad por medio de su revelación específica al pueblo de Israel, de donde nos vino el Señor Jesús.
ORAR: Gracias, Dios, porque en la vida, muerte y resurrección de Cristo tenemos la mayor prueba de tu amor comprometido por todo tu mundo. Amén.
IR: El amor comprometido de Dios es nuevo cada mañana.