Hoy hablamos sobre las etiquetas que nos pone la sociedad, las cuales muchas veces solo pretenden limitarnos.
Nuestra base bíblica de este día es:
Jueces 11:1-3 TLA
Jefté, un valiente soldado de la zona de Galaad, era hijo de una prostituta. Su padre, que se llamaba Galaad, tuvo otros hijos con su esposa, y cuando estos crecieron, echaron de la casa a Jefté. Le dijeron: «No vas a recibir ninguna herencia de tu padre, porque eres hijo de otra mujer». Entonces Jefté se alejó de sus hermanos y se fue a vivir a la tierra de Tob. Allí reunió a unos bandoleros que salían con él a robar.
https://bible.com/es/bible/176/jdg.11.1-3.TLA
Jueces 11:9-11 TLA
Jefté entonces les dijo: —Está bien. Pero si vuelvo con ustedes, y Dios me ayuda a vencer a los amonitas, ¿de veras seré su jefe? Y los líderes le aseguraron: —Dios es nuestro testigo de que haremos todo lo que tú nos digas. Así que Jefté se fue con ellos, y el pueblo lo nombró jefe y gobernador. En Mispá, Jefté puso a Dios por testigo del trato que hicieron.