Todos y cada uno de nosotros, tenemos expectativa sobre algo, pero ¿seguimos teniendo expectativas espirituales? o han pasado a un segundo plano, hasta el punto de olvidar esas expectativas.
Nuestra base bíblica de este día es:
Lucas 1:39-45 PDT
“Entonces, María se levantó y se fue de prisa hacia los cerros, a un pueblo de Judea. Fue a la casa de Zacarías y saludó a Elisabet. Cuando Elisabet escuchó el saludo de María, el bebé saltó dentro de ella. Entonces Elisabet se llenó del Espíritu Santo, y gritó: —¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido al bebé que tendrás! ¿Quién soy yo para que la mamá de mi Señor venga a verme? Cuando oí tu saludo, el bebé dentro de mí saltó de alegría. El Señor te bendecirá porque creíste que sucedería lo que él te dijo.”
https://www.bible.com/197/luk.1.39-45.pdt
Lucas 3:15-18 PDT
“La gente estaba a la expectativa y se preguntaba: «¿Será posible que Juan sea el Mesías?» Juan les respondió a todos: «Los bautizo con agua, pero el que viene después de mí es más poderoso que yo. Ni siquiera soy digno de desatar las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Vendrá preparado para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo bueno en el granero y quemará la paja en un fuego que nunca se apagará». Juan seguía anunciando las buenas noticias y animaba a la gente a cambiar.”
https://www.bible.com/197/luk.3.15-18.pdt
Lucas 7:18-28 PDT
“Los seguidores de Juan fueron y le contaron a él todo lo que había pasado. Entonces Juan llamó a dos de ellos y los envió a preguntarle al Señor: «¿Eres el que iba a venir, o debemos esperar a alguien más?» Los enviados llegaron hasta donde estaba Jesús y le dijeron: —Juan el Bautista nos envió a preguntarte lo siguiente: “¿Eres el que iba a venir, o debemos esperar a alguien más?” En ese momento Jesús sanó a mucha gente que tenía enfermedades, dolencias y espíritus malignos y les dio la vista a muchos ciegos. Entonces les contestó: —Vayan y cuéntenle a Juan lo que han visto y escuchado. Los ciegos ven, los cojos caminan, los leprosos son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia. Afortunado el que no dude de mí. Después de que los mensajeros de Juan se fueron, Jesús comenzó a hablar a la multitud acerca de Juan: «¿Qué salieron a ver al desierto? ¿Hierba azotada por el viento? Si no, ¿qué salieron a ver? ¿A un hombre vestido con ropa fina? ¡Escuchen! La gente que se viste con ropa elegante y vive de lujo, habita en palacios. ¿Entonces qué es lo que salieron a ver? ¿A un profeta? Sí, les digo que Juan es más que un profeta. Las Escrituras dicen de él: »“Oye, te envío mi mensajero delante de ti, quien preparará el camino para tu venida”. Les digo que Juan es el mejor hombre que ha nacido; sin embargo, el menos importante en el reino de Dios es más importante que Juan».”